Defensa de una sociología de las mayorías sociales: la acción intelectual y su compromiso la transformación y crítica social
Luego de las anteriores discusiones realizadas desde la sociología marxista acerca de la condición crítica en que se encuentra la carrera de sociología en
Quien pretenda tapar el sol con un dedo no logrará más allá de no verlo por dos segundos. La práctica hace la conciencia, muchas veces dijo el viejo Marx, con esto una concepción de mundo se abría a través de la prensión de la misma práctica en su teoría social. El concepto de praxis primaba dentro de la superación de la distinción entre sujeto/objeto y abre una concepción materialista y dialéctica de la conciencia.
El contexto latinoamericano se muestra en debate ¿Cuál es? La elección de un representante en el Consejo de Seguridad de
Ahora esto ha traído crisis y estallidos de masas considerables, una nueva recomposición de la clase trabajadora, de los marginados sociales por el neoliberalismo, por los pueblos indígenas, los pobladores de tomas sociales en las capitales del continente, el descontento estudiantil, etc., es decir un proceso de cuestionamiento en primera parte a las bases del estado democrático representativo, como instrumento al servicio del poder burgués, y a la economía neoliberal y la forma de reproducción de desigualdades y explotación capitalista.
La mayoría de los estudios al caracterizar a Chile habla de un país marcado por las desigualdades sociales y económicas en todos los planos y niveles de la realidad social. Esto se acuerda hasta dentro de los círculos más reaccionarios, como lo demuestra la misma intervención de
“Aunque es común escuchar que las causas de esta desigualdad hay que buscarlas en una alta concentración de la propiedad, la evidencia al respecto no es demasiado conclusiva. En un reciente análisis, por ejemplo, el BID concluye que esta situación de desigualdad en América Latina está lejos de deberse a la concentración, en unas pocas manos, de una proporción desmedidamente alta de los
activos”.
¿EL BID se atreve a señalar tamaña idiotez, frente a la inexpugnable realidad latinoamericana? Seguramente algo entendemos y concluimos de esto: la disciplina y los análisis sociológicos pueden resultar ser instrumentos legitimadores para cualquier organismo de clase que pretenda sentar un discurso con respecto a la realidad como objeto central normativo de la discusión política, económica y social.
Claro, que si deseamos anteponer ante tamaña experiencia la situación de nuestra carrera, que en realidad es la situación de las ciencias sociales en general, se buscarán los resquicios pragmáticos de la pluralidad dentro de las aulas y de la comprensión de la realidad ¿Es que acaso queda un resquicio de objetividad en la disciplina cuando existen organismos como el BID, Libertad y Desarrollo, ARCIS, etc., operando con distintas cosmovisiones disciplinares, y más cuando se encuentra la sociedad divida en clases? Creemos que no.
Retomando las sabias palabras de Marx “la práctica hace la conciencia” y dando la vuelta a Hegel, podemos porque la disciplina no se justifica ni legitima así misma en la producción intelectual ni en su propia existencia, sino que lejos de solventarse sólo en una visión de la modernidad y un proyecto racional, posee el carácter de satisfactor a las expectativas y necesidades concretas de un sistema productivo, de un sistema y poder político en decadencia y de la necesidad de una reafirmación ideológica por derecha a la acción social.
Es que lo que cuestionamos aquí es el orden mismo del concepto absoluto de razón. Lo sometemos a un análisis histórico y podemos observar con facilidad las transformaciones que sufre, ya sea desde la necesidad material de separarse del poder de la iglesia y las tradiciones religiosas (manifestación hecha cierta en la concepción de modernidad y razón de Kant) para generar un gobierno pequeño-burgués alejado de la cosmovisión feudal, hasta las pruebas nucleares de Corea del Norte en al disputa de la hegemonía mundial[4].
La sociología de las mayorías: ¿un absolutismo ideológico?
Ahora queda ratificar que nuestra visión no es un absolutismo en la visión hegeliana de la concepción de conciencia y de espíritu ¿qué quiere decir esto? Que la argumentación dialéctica de Hegel, que habla de la “reconstrucción de la elaboración de la experiencia repetida”, la cual queda estipulada en la superación de la conciencia, pero como fenómeno sin justificación de parte del filósofo alemán. Sin establecer la “necesidad”.
Esto ¿Qué significa? Que si la necesidad material, nacida de las condiciones objetivas de una sociedad dividida en clases, encuentra una disciplina de acuerdo al conjunto de la sociedad donde actúa y se determina como fenómeno de la praxis social. No puede ser entendido fuera de esa totalidad, ni de acuerdo a ningún otro imperativo fundamentalista y/u absolutista. La pretensión de validez está justificada de acuerdo a las mismas condiciones normativas que se imponen a los actores en su acción y no desde una percepción u opción metafísica de corte moral.
La moral entra en la discusión de acuerdo a los valores que se deben manejar para desarrollar un proyecto que vaya en fin de la superación de la sociedad de clases, y ese imperativo no aparece más allá de las condiciones adversas y críticas de vida de un sector mayoritario de la población.
Este supuesto o “imperativo ético” no es parte de un fundamentalismo propio de la concepción kantiana o hegeliana, ni tampoco del la búsqueda de la naturaleza de un principio dialéctico para ser transplantado a la realidad social, sino que surge de la práctica concreta de la reproducción de una sociedad injusta, frente a la cual la misma sociedad nos coloca objetivamente en la vereda de enfrente o en el camino del progreso burgués. Ambos demarcan situaciones de diferenciación concreta con los cuales es imposible soslayar los principios ideológicos a los que se encuentran sumidos, y donde el pluralismo o la búsqueda de consenso tienen que ver con la disminución del contexto social material en una práctica irreal frente a un medio en conflicto abierto en intereses y condiciones de subsistencia.
La receta del consenso no puede ser aplicada para conservar un hermetismo, ni para desviar la demanda material de una concepción moral que surge de una práctica social desigual e injusta en la reproducción de la sociedad. La trabazón del pluralismo se extiende como el último bastión de la ideología burguesa para soportar el caballo de batalla de las demandas materialmente justificadas de las mayorías sociales en el continente[5]. Es este chip que se activa frente al cuestionamiento al orden de la sociedad burguesa, recordándonos que las bases ideológicas bajo las cuales se construye la democracia burguesa y el gobierno patronal están tan arraigadas en una sociedad alienada que no es capaz de entender dialécticamente la realidad, ni la formación social existente como un producto netamente histórico.
Esta tarea se realiza a través de la acción práctica y activa de un compromiso con la crítica social de lo establecido y de las verdades asumidas como tales por el conjunto de la sociedad. Sin un cuestionamiento a las bases del pensamiento y de la ideología que predomina en la actual sociedad decaeremos en un formalismo irracional, en acciones instrumentalizadas y carentes de sentido. No podemos dejar que la sociología se vuelve instrumento de la legitimación de una sociedad injusta y alienada, es hora de pensar en serio la tarea de develar lo oculto, de sembrar la semilla de la crítica en el conjunto de la población y de acompañarla en éste proceso de superación hacia una verdad racional propia de su práctica social en la sociedad capitalista.
¿Qué esta verdad no será un punto de vista de clases? Marx lo resuelve diciendo que a partir de la posición del proletariado (del explotado, el marginado, etc.) en la sociedad de clases, se puede aprehender la realidad de acuerdo a la posición subjetiva de la clase. Pero que en su posición de clase pueden alcanzar un grado de la comprensión de la totalidad de acuerdo a la condición misma que viven de explotación y la búsqueda y superación de este trastorno de la sociedad capitalista. Es decir, son ellos mismos quienes pueden buscar la verdad objetiva a partir de la misma superación de la sociedad de clases. Esa es su misión histórica y ningún otro sujeto puede realizarlo, ya que ningún otra clase “está llamada” a romper el cerco que ha creado la ideología burguesa en la legitimación del capitalismo (tardío y temprano).
Desde esta perspectiva es que pretendemos hablar, desde la tribuna del proletariado y de las clases explotadas en búsqueda de la superación de la sociedad de clases y, por lo tanto, de las condiciones oscurantistas de la sociedad burguesa con respecto a las condiciones de reproducción de la lógica formal y la ideología liberal. Estamos encaminados por la Tesis XI
El proyecto de la sociología de las mayorías. Una óptica acerca de las transformaciones sociales y la posibilidad histórica de cambio social en América Latina.
Ya quizás hemos señalado cuales serían los elementos fundamentales que estarían presentes en una visión de la sociología de las mayorías, pero que están ligados directamente a una visión teórica para pensar la disciplina de acuerdo a la realidad, fundamentada a partir de ella y por lo tanto propia de la relación teoría y praxis.
1. La lucha de los contrarios o de la unidad de los contrarios. La lucha de los contrarios es lo que produce el cambio. La contradicción expresa la lucha de los contrarios... y une a los contrarios en la lucha... si no se diera conflicto no habría progreso. Así mismo, la lucha de los contrarios, la contradicción une al sujeto que investiga con el objeto investigado, el pensamiento con la experiencia, la práctica con la teoría.
2. El cambio cualitativo: la transformación de la cantidad en cualidad. El cambio cualitativo supone el paso de una cualidad a otra, de un estado a otro[2].
3. La comprensión de los fenómenos dentro de una totalidad: el entender una interconexión entre los hechos de la realidad y no concebirlos de forma aislada, hacen que se comprenda la naturaleza y la sociedad como un todo en interacción, como un todo relacionado. Los objetos los fenómenos sociales, los sujetos se relacionan entre sí y éste proceso debe ser aprehendido desde una vista que integre el conjunto de la totalidad en sus manifestaciones.
4. Ley del desarrollo en espiral: esta ley supone la integración de lo superado en lo nuevo. Lo nuevo no destruye a lo anterior sino que lo integra en sí y mejora.
5. La lógica dialéctica. La realidad se encuentra dentro de un proceso dialéctico de conformación, en donde el desarrollo de material dialéctico y histórico juega un papel fundamental como ley de la síntesis y unidad de la sociedad en su conjunto. La negación constituye un momento inmanente al proceso objetivo, que permite la mediación y la transición.
Si nos damos cuenta, los supuestos epistemológicos mencionados anteriormente dan cuenta de consecuencias sobre el conocimiento y la investigación de la realidad:
1. La crítica social: Es parte de concebir que la producción intelectual debe estar motivada a avanzar en procesos de transformación, en relación a la posición sujetiva y objetiva de la clase obrera y las mayorías sociales en la sociedad capitalista.
2. La relación entre teoría y práctica: el conocimiento debe ser un conocimiento práctico, debe permitir transformar la realidad. El saber científico no tiene como finalidad describir la realidad o establecer leyes universales, sino transformarla
3. La visión histórica de la realidad: el entender que los procesos actuales, la comprensión que tenemos de ellos, su predominio y objetivización pertenecen a productos de formaciones sociales concretas en un tiempo histórico determinado, y no son naturales y/u perpetuos o imperecederos.
4. La relación entre lo concreto y lo abstracto: la dialéctica pretende un conocimiento de lo concreto. Lo concreto hace referencia a la individualidad, a la subjetividad de un hecho de conocimiento... para la dialéctica “lo verdadero es lo concreto. La abstracción es una etapa hacia lo concreto recuperado, analizado y comprendido[1]”. La abstracción, la teorización solamente vale en la medida en que nos permite conocer los concreto, los hechos en su contexto histórico y espacial científico.
5. La relación entre objeto y sujeto de conocimiento: el paradigma dialéctico plantea que el conocimiento se produce en la práctica. “La lógica dialéctica permite dar cuenta la mismo tiempo del cambio que opera el conocer sobre el objeto conocido, y el objeto conocido sobre el conocimiento: Es la lógica adecuada para la praxis”[2].
En esta dirección es que podemos comenzar a configurar realmente un proyecto de malla o una orientación de la carrera de acuerdo a una realidad concreta como lo es la de
[1] “La secuencia típica del ascenso de la pequeña burguesía comienza con el compromiso en la lucha popular (como abogados laboralistas, asesores etc...) y ganando capital político por medio de convocatorias populares y organización. Este ‘capital’ político es invertido en las elecciones (racionalizado como “la combinación de muchas formas de lucha”). Una vez elegido el ‘líder popular’ de orígenes humildes inicia una serie de transacciones con la clase dirigente, cambiando la popularidad en votos por el reconocimiento político y el acomodo. Esto es racionalizado por la pequeña burguesía ascendente con la retórica de ‘realismo’, ‘pragmatismo’, ‘posibilismo’ - y la “necesidad de ensanchar la base electoral” para alcanzar puestos más altos (la presidencia). El “doble discurso” se hace dominante en esta frase. La pequeña burguesía ascendente realiza visitas discretas a las embajadas y capitales imperiales proporcionando “garantías” a los intereses imperiales, promesas de prontos pagos de deuda, promoción de las privatizaciones y libres mercados y designaciones de ministros neoliberales. Estos compromisos son dados a cambio de la certificación imperial. Neoliberalismo y política de clases en América Latina. James Petras. www.rebelion.org
[2] Alianzas en Latinoamérica por Abel Perea Ballesteros, Responsable R. Internacionales, Sector Telecomunicaciones (FETTC), UGT de España
[3] El Banco Interamericano de Desarrollo (1998)
[4] Se que es un tema muy hondo para insertar una discusión desde el materialismo histórico, por lo que sólo me cabe señalarlo y esperar la comprensión del lector.
[5] En este caso sólo cabe mencionar en un proceso macro-político la situación de crisis que vivió Bolivia, la insurrección y organización del proletariado, y la desviación reaccionaria de las elecciones presidenciales ante la inmanente Asamblea Constituyente convocada por
[6] “el momento de la acción – del factor subjetivo – llega cuando todas las condiciones objetivas (cambios cuantitativos) están reunidas y basta con una débil asociación procedente del sujeto para que se opere el salto (cambio cualitativo). Henry Lefebvre citado en El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999.
[7] Henry Lefebvre citado en El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999.
[8] Martín Serrano citado en El análisis de la realidad en la intervención social. María José Rubio y Jesús Varas. Editorial CCS, Alcalá Madrid, 1999
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